viernes, 17 de septiembre de 2010

" 62 / MODELO PARA ARMAR" de Córtazar: la amistad, el erotismo y la ciudad que nos atrapa

"Y cuando me mido contigo, Hélène, creo que desde siempre eres el punto verde pequeñito en mi recorte de cartulina, puedo mostrarlo a Nicole, a Celia o a Marrast, puedo mostrártelo a ti cuando nos enfrentamos en una mesa de Cluny y hablamos de la ciudad, de los viajes, entre bromas y anécdotas [...]."


La novela "62 / Modelo para armar" de Julio Cortázar, es una de las obras de este escritor que pasan  desapercibidas entre su conocidísima obra de "Rayuela" y el compendio de sus cuentos, siempre objeto de la perplejidad del público lector.
Es cierto que muchos de los elementos respecto de la estructura narrativa y el estilo de estas dos obras de Cortázar, se repiten en " 62 / Modelo para armar", pero siendo ésta última una novela corta, adopta la intensidad y sintetismo de los cuentos del autor y asimismo la prolongación de la tensión y la luz literaria de Rayuela, lo que le da una originalidad sino interesante, por lo menos sí digna de ser valorada.
En esta obra de Cortázar el personaje principal es como en otras ocasiones "el grupo de amigos". Entorno a éste se desenvuelve la acción, y toda ella transcurre atrapada de algún modo en "la ciudad", que se convierte en un personaje más si cabe, un personaje que aparece en todos y cada uno de los diálogos, como un ser omnisciente que presencia el pasado, el presente y el futuro expresado en las conversaciones y pensamientos de los individuos. Pero quizás lo más destacable de esta obra, es que tras los cientos de historias que se desarrollan en esta novela simulando la estructura de una muñeca rusa, está un impresionante estudio de las relaciones humanas y una aproximación muy profunda a su complejidad, que sin embargo no empalaga al lector. Los personajes van desnudándose ante nosotros, muestran su lado más obscuro pero también su lado más diáfano e inocente, se muestran como son, con sus obsesiones y sus gestos más tiernos o censurables.

De principio a fin, a esta obra no le sobra nada, se desarrolla rápido y tenemos la impresión de que se nos escapan los detalles, pero resulta que la ciudad nos atrapa, y también ciertas de las obsesiones de "el grupo" y de los personajes. El lector acaba siendo uno más y reconoce en si mismo el afloramiento de algunos sentimientos y contradicciones que comparte con "el grupo" o cierto personaje. La ilusión que recrea Cortázar nos envuelve y creémos estar dentro, sabemos con certeza que es lo que llevará a uno u a otro personaje a actuar, hasta que todo acaba.




1 comentario:

  1. Me gusta mucho el diseño del blog y la idea que se pretende trasmitir!

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